Se ha hablado mucho de los efectos de la COVID19 y de la crisis económica que lleva asociada. De todo lo dicho, lo que más me ha hecho reflexionar es la crisis social y de valores humanos que ha aflorado en las personas y en las organizaciones. 

La mayoría de las empresas se enfocan únicamente en el resultado económico, con la estructura interna y el liderazgo orientados totalmente a lograr el resultado. Y cuando nos enfocamos en una sola dirección forzosamente nos quedamos desenfocados del resto perdiendo muchas oportunidades.

Si hablamos de resultados, tenemos que hablar de resultados con triple impacto: económico, social y ambiental. Todas las organizaciones necesitan pivotar hacia esta visión de triple impacto a la hora de establecer sus objetivos estratégicos si quieren sobrevivir en el escenario post pandemia. Colaboradores, clientes y comunidades no van a admitir otro comportamiento.

Una visión con triple impacto requiere un liderazgo claro, compartido y con la participación de todas las personas de la organización. Esto sólo es posible cuando colocamos a las personas en el centro de las empresas y organizaciones. People centricity como enfoque hacia el exterior y hacia el interior. Cuando colocamos a las personas en el centro, estamos necesariamente hablando de valores y humanidad. Las personas somos el mejor catalizador del cambio y del éxito cuando nos sentimos valoradas, observamos que nos dan confianza, somos tratadas con respeto, nos dan oportunidades, tenemos derecho a cometer errores, se nos reconoce un trabajo bien hecho, se nos escucha de verdad, se nos ayuda con las dudas o temores y se nos pide nuestra opinión.

Cuando las personas sentimos que estamos en el centro (y digo sentimos porque esto va de percepciones, sentimientos y emociones), sacamos lo mejor de nosotros y, además de poner el hombro, ponemos la cabeza y el corazón.

Cuando sacamos lo mejor de nosotros es cuando más humanos somos y, sobre todo, cuando más hacemos por la sociedad en su conjunto. Y hoy, más que nunca, ha quedado claro que sólo vamos a sobrevivir si las personas y las empresas generamos impacto económico, estamos comprometidos socialmente y tenemos responsabilidad ambiental. Nos tenemos que reformular y asegurarnos de que nuestros resultados personales y empresariales estén siempre enfocados en el triple impacto.

En MRC nos hemos reformulado en estos meses de confinamiento. Hemos trabajado como nunca de una manera colaborativa, con liderazgos compartidos, centrándonos en TODAS las personas que forman MRC. Gracias a poner las personas en el centro hemos logrado, en tiempo récord, adaptarnos al mundo virtual de forma eficiente. Pero lo más importante de este proceso ha sido que nuestros valores humanos han aflorado de forma natural. Y estos valores nos llevan a estar más comprometidos socialmente que nunca. 

Os invito a ver este video dónde, con nuestra fórmula de las Rs, os lo explicamos. Espero que os anime a reformularos.

¡A más humanidad, más compromiso con las personas, más impactos transformadores, mejores resultados! 

Autor: Sergi Valentín del Valle – Director de Training en MRC International Training