Rompiendo el molde: la cultura del miedo

Rompiendo el molde: la cultura del miedo

Artículo escrito por @Alejandro Montealegre, Director de Training y Experiencia de Empleado en MRC International People Training.

Hace unos días, estaba tomando algo con unos buenos amigos y charlábamos sobre la cultura del miedo y lo complicada que era lograr la satisfacción en el trabajo. De sus consecuencias y de cómo esta puede generar resultados a corto plazo; pero a largo plazo, conduce a la desmotivación y la falta de compromiso por parte de gran parte de los empleados.

Jefes autoritarios, presión constante por alcanzar objetivos poco realistas, conflictos entre compañeros, estos son algunos de los factores que afectan a la productividad y la retención del talento, a la vez que pueden tener consecuencias negativas en nuestro bienestar. 

 

Por supuesto surgieron los puntos clave como el salario, la flexibilidad horaria o el formato de trabajo (ya está claro que las grandes compañías apuestan por el presencialismo y lejos quedó aquel momento de poder en el que hablamos de la “gran renuncia«.

Se generó un intenso debate con multitud de casos personales, y viéndolo diariamente en los entrenamientos que realizo, les comenté la avalancha de estudios. Ejemplos de ello, el Harvard Business Review, o este de McKinsey, que demuestra que las organizaciones que promueven un clima de seguridad psicológica tienen equipos más innovadores y productivos. Por lo tanto, desde nuestro rol debemos responsabilizarnos en crear entornos de trabajo que fomenten la confianza, el respeto y la colaboración.

 

Suena estupendo, pero… ¿Cómo genero confianza, respeto y colaboración? ¿Dónde está mi varita mágica? 

 

Mi respuesta siempre es a través del desarrollo profesional:

  • Proporcionemos oportunidades de formación y crecimiento continuo a nuestros colaboradores.
  • Ofrezcamos programas de desarrollo adaptados a las necesidades individuales y a los objetivos organizacionales.
  • Dotemos de herramientas en liderazgo, Inteligencia emocional, trabajo en equipo, gestión de conflictos, implicación, empatía, asertividad, motivación, planes de onboarding, mentorías, etc. 

Con todo ello generaremos una cultura que valore la mejora continua.

 Todo esto, por supuesto, conlleva invertir tiempo y un gran esfuerzo en salir de nuestra zona de confort y romper con los hábitos arraigados y sobre todo aceptados. Requiere un esfuerzo consciente y una dosis de valentía para reconocer nuestras limitaciones y estar dispuestos a mejorar. Es necesario querer comunicarnos de manera más efectiva, escuchar activamente a nuestros colaboradores y estar abiertos a nuevas perspectivas. 

 

Cómo decía Einstein,

“Locura es pretender conseguir resultados distintos, haciendo las mismas cosas de siempre». 

 

Todo comienza con querer hacer las cosas mejor. ¿Quieres? 

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