Cercana lejanía
Cercana lejanía
Cuando llegó marzo de este año, los que nos dedicamos a entrenar a profesionales en habilidades, principalmente de forma presencial, no tuvimos más remedio que reinventarnos hacia la modalidad virtual. La realidad mandaba y, lamentablemente, sigue mandando.
En ese momento, mucho pensamos –yo al menos–, que la nueva modalidad virtual emocionalmente nos iba a separar mucho del participante de nuestros entrenamientos y también de compañeros con los que llevamos conviviendo años presencialmente. Presumíamos que por lo virtual teníamos garantizadas relaciones frías y distantes.
Pues ahora que terminamos el año, manteniendo que con los entrenamientos presenciales sin duda se trabajan mucho mejor las soft skills –como pueden ser el liderazgo o las habilidades comerciales–, tras muchísimas conexiones virtuales, contra todo pronóstico yo al menos he descubierto una mayor cercanía tanto con el participante como con compañeros de lo que, como digo, hace meses me podía esperar. En lo virtual he vivido, como dice el título de esta reflexión, una cercana-lejanía.
Cercana-lejanía es encontrarnos una mayoría de nosotros desde nuestras casas en ropa cómoda, teniendo la oportunidad de conocer a un hijo tuyo o a tu madre como se nos ha dado en algún caso...
Cercana-lejanía es haber podido trabajar en MRC mucho más intensamente en equipo con mis compañeros de nuestra delegación de Cataluña, que lo que hasta ahora habíamos hecho en nuestros 32 años de historia…
Cercana-lejanía es que durante una conexión tu gato se te cuele en la reunión como también nos ha pasado a alguno…
Cercana-lejanía para mí es haber tenido la oportunidad en estos pocos meses de entrenar a magníficos profesionales de Canarias o Baleares; muchos más que los que probablemente había conocido hasta ahora…
Y cercana-lejanía es tener la oportunidad de cerrar un entrenamiento felicitando a un participante por su cumpleaños, pero poder hacerlo acompañados de una guitarra como también nos ha ocurrido…
En fin, ojalá vuelvan cuanto antes sin ningún tipo de restricciones y con toda la tranquilidad del mundo las acciones y las reuniones presenciales, pero también ojalá las virtuales sigan entre nosotros, ya no como obligación sino como una opción. Paradójicamente será una gran oportunidad para seguir desde la distancia, tan cerca de los nuestros ...
Bendita cercana-lejanía… ¡Feliz Navidad!
Escrito por Ladislao Mollá – Socio Director en MRC