¿Qué nos pasa con la Asertividad?

¿Qué nos pasa con la Asertividad?

Artículo escrito por @Alejandro Montealegre, Director de Training en MRC International People Training.

Quiero compartir algo que me encuentro habitualmente en los entrenamientos que realizo con grandes profesionales cuando desarrollamos el tema de la asertividad: 

De manera general, todos estamos muy perdidos respecto a qué es y cómo utilizarla. Desde pequeños, se nos habla mucho de la empatía, pero sobre la asertividad, o nos han hablado poco o nadie nos lo ha explicado claramente. Sin embargo, es una herramienta fundamental de comunicación. 

Cuando pregunto en los entrenamientos en qué consiste la comunicación asertiva, algún participante suele decir que es mantenerse firme. Y está muy bien, significa expresar mi opinión, por supuesto. La clave está en que esto no es todo; hay una coletilla final que se nos olvida…

La RAE añade esta segunda parte: «respetando las ideas de los demás». 

Yo defino asertividad como la capacidad de expresar lo que pienso o siento sin ofender al otro. En un mundo lleno de ofendidos, este es un buen reto que tenemos por delante. 

 

¿Qué sucede habitualmente? Que se confunde ser firme con ser asertivo porque se nos olvida esta última parte fundamental. Expresamos nuestra opinión sin comprender que la otra persona también tiene su punto de vista, y menos mal que no pensamos todos igual. 

 

Como muy bien explica Johann Hari en “El valor de la Atención”, la comunicación se ha convertido en monólogos en los que esperamos que el otro se calle para dar nuestro punto de vista y así continuamente. 

La asertividad es ese punto intermedio entre el ataque y la defensa que me permite: 

  • Decir que no. 
  • Defender mis principios. 
  • Comunicarse de manera más efectiva. 
  • Pedir ayuda. 
  • Mejorar mi capacidad de negociación. 
  • Mejorar la resolución de conflictos. 
  • Mejorar mis relaciones interpersonales. 

 

Si pensamos en nuestro día a día, seguro que se nos ocurren multitud de situaciones en las que nos comportamos de manera directa y agresiva, justificándolo con el comportamiento del otro. A todos nos vendría muy bien entender que podemos tener puntos de vista distintos, respetarnos y poder expresar nuestras ideas sin atacar a nuestro interlocutor. 

 

 

Para mantener una conversación más asertiva es fundamental seguir los siguientes pasos: 

  • Mantener la calma. Desde la ira, el enfado y el enfrentamiento no podemos ser asertivos, seremos agresivos. 
  • Practicar la escucha activa. Entender el punto de vista del otro y demostrarle que nos interesa conocer su opinión sobre el tema, aunque sea distinta a la nuestra. 
  • Plantear nuestra idea con argumentos, expresando el porqué. 
  • Sugerir puntos de acuerdo o siguientes pasos. 

Con estos pasos no solo me respeto a mí mismo, sino que también respeto a mi interlocutor. 

Seamos más asertivos. Comprendamos que hay más puntos de vista además del mío, respetemos a los demás y respetémonos más a nosotros mismos. 

Como dijo Gabriel García Márquez: “Lo más importante que aprendí a hacer después de los 40 años fue a decir no cuando es no.” Todos estamos a tiempo de mejorar nuestra asertividad. 

 

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